La noche permite que se confundan las sombras.
Tú y yo, sombras de un mismo sueño,
nos adentramos en ella
para encontrarnos
o para confundirnos.
A-sombra-dos.
Dos.
16.12.07
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"Insisto en interesarme únicamente por los libros que se dejan abiertos como puertas batientes y que no necesitan claves para ser entendidos. Seguiré viviendo en mi morada de cristal, en la que en cualquier momento uno puede ver quién viene a visitarme, donde todo lo que cuelga del techo y de las paredes se sostiene como por encanto, donde por las noches descanso sobre un lecho de vidrio con sábanas de vidrio, donde quien yo soy, me será revelado más pronto o más tarde grabado al diamante".
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