Ella vino a buscarme de noche.
Su manto estaba bordado todo él con flores caducas que renacían cada vez que me acercaba a olerlas. Me dijo: "Ven conmigo, este mundo de aquí ya no es el tuyo. Puedes morir en la imperfección o puedes vivir en la belleza."
Yo quería vivir, por supuesto pero...
Tuve que mirarme a los ojos, a la espalda, al cuello. Y elegí, vivir en la imperfección y morir en la belleza el día en que ella viniera a buscarme.
Y entonces, ella vino a buscarme una noche. Su manto estaba bordado todo él...
1 comentario:
NO SE PUEDE DECIR MÁS EN MENOS VERSOS...BELLO, CERTERO, PROFUNDO.
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