Mostrando entradas con la etiqueta sombras. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sombras. Mostrar todas las entradas

23.3.09

la belleza que me mató


Ella vino a buscarme de noche.
Su manto estaba bordado todo él con flores caducas que renacían cada vez que me acercaba a olerlas. Me dijo: "Ven conmigo, este mundo de aquí ya no es el tuyo. Puedes morir en la imperfección o puedes vivir en la belleza."
Yo quería vivir, por supuesto pero...
Tuve que mirarme a los ojos, a la espalda, al cuello. Y elegí, vivir en la imperfección y morir en la belleza el día en que ella viniera a buscarme.

Y entonces, ella vino a buscarme una noche. Su manto estaba bordado todo él...

1.1.09

ella y su sombra ( I )


Ella recortó su sombra de perfil y la cosió firmemente a la suela de sus zapatos, para no olvidarse de su cuerpo. Y de que al andar, sus caderas se movían e iba acariciando con luz negra el asfalto de la calle.

6.2.08

Intensamente, la noche

Intensamente, la noche avanza hasta aquí.

avanza hasta aquí.



Serena mezcla de oscuridad clara,

comienza el baile de las sombras que no existen,

de aquéllas que el sol de la mañana desestima.




Asustadas, las estrellas

se encienden con valor en la espesura,

anunciando su corpúsculo anodino

a quien las idolatra aquí en la Tierra.


Disfrazado de negro, intenso negro,

baja el dios de la noche

recogiendo con su manto delincuente

algo terreno con que nutrir lo más divino.

Y así amanece el día como recién nacido,

vestido con lo expoliado a la noche.

Palabras de su amante resuenan en su oído:

"Me voy hasta tu vuelta,

te dejo la Memoria de regalo."

16.12.07

Sombras ( 01)

La noche permite que se confundan las sombras.

Tú y yo, sombras de un mismo sueño,
nos adentramos en ella

para encontrarnos
o para confundirnos.

A-sombra-dos.


Dos.