18.4.09

- te



¿Es acaso tarde para llamarte?
No sé tu nombre, ni siquiera recuerdo el mío.
Y sin embargo te llamo cuando en sueños a mis brazos les sobran las sábanas.
O bien te llamo con raíces de viento, para no distraerte las nubes y sus agradables sombras.
Te llamo,
te estoy llamando
te grito,
te susurro
te pierdo en mi voz.
Te estoy llamando
sin abrir apenas la boca
de tan dulce que es pronunciar
Te.

*

Te pronuncio.

*

Te pronuncio y devengo.
Me convierto en agua para que puedas beberme tan despacio...
Incluso trago mi sangre para parecerte blanca y nueva,
una pequeña maleta de papel.

Y sucede el milagro:
apareces
de puntillas,
Y me pronuncias,
Y te recuerdo.
Y crezco tanto
tanto
tanto
que ocupo
todo el espacio de mi nombre
y tú,
mis huecos vocálicos,
mis tildes perdidas.

1 comentario:

diegoandrés dijo...

...impresionante...